El impacto del TOC en el ámbito familiar y, en general, en la vida cotidiana tiene un gran impacto, pues genera condiciones que imposibilitan el sano desenvolvimiento del niño.
Veamos algunos ejemplos:
- Si tiene una obsesión por la perfección, asociado a un determinado miedo, es probable que si van a salir piensa que a la vivienda le va a pasar algo malo. Por eso, apagan y encienden las luces decenas de veces. En casos de TOC muy severos, puede durar horas ejerciendo estos rituales.
- El temor generado por las supersticiones, principalmente asociado a los números que ellos consideran de mala suerte se refleja en una multitud de situaciones:
- Si van a fijar una fecha para organizar una reunión, no la realizan si por casualidad cae en un número que para ellos es de mala suerte (el más común, es el 13).
- Al ir en un vehículo por la ciudad, si ven el número de una placa que ellos consideran de mala suerte, se obsesionan en buscar otra que finalice en un número que consideran de buena suerte, para evitar que algo malo le pueda pasar a él o a un familiar.
- Si van a un supermercado, no toman el primer producto, porque consideran que está contaminado porque muchas personas lo han tocado.
- Si se enteran de una noticia en la que un taxi se accidentó, entran en pánico y temen subir a uno de estos.
- Si su obsesión es la simetría, siente ansiedad al tener las pertenencias desorganizadas. Al ordenarlas exigen que todo quede simétricamente puesto, en un orden específico y perfecto (por color, tamaño, etc.).
- Muchos de ellos tienen la idea de Dios muy arraigada, por lo tanto lo mencionan constantemente, ante cualquier situación.
- Piensan en la muerte con frecuencia y tiene pensamientos pesimistas sobre lo que les pueda suceder después de la muerte.
- Si el TOC es estilo comprobador, preguntan constantemente y requieren la comprobación del otro.
- Pueden quedarse mucho tiempo (incluso horas) de pie, como si estuvieran pensando en algo.
- Si están sentados, tienden a levantarse y volverse a sentar varias veces.
- Muchos caminan solo por un determinado costado, por ejemplo, por la derecha. Si alguien se les atraviesa y lo obligan a tomar por el otro costado, retornan unos pasos para reiniciar el camino.
- Cuando van a dormir, tiene muchos miedos y obsesiones, por ejemplo, que un monstruo está escondido o que entra por la ventana.
- Las personas con TOC son conscientes de todas estas conductas; por eso, sufren mucho, porque saben que no tienen sentido, pero igual, no pueden controlarlas.
Por manejar unos niveles de ansiedad muy altos, estos chicos pueden sufrir ataques de pánico, que es el máximo nivel de ansiedad que se puede experimentar. En estos casos literalmente, se pueden paralizar.
Muchos padres miden la evolución de sus hijos con TOC, solo observando el síntoma más visible: el de las compulsiones. Por eso, cuando detectan que, por ejemplo, disminuyen los rituales, consideran que su hijo ha mejorado y ha superado el TOC. Debo decir que esto no es así, pues además de ser un trastorno muy complejo, por lo general está asociado a otros trastornos.
Martha Lucina Hernández,
creadora de Pedagogía Sana
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El Trastorno Obsesivo Compulsivo
Contexto familiar de los niños con TOC