El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) está relacionado con el contexto familiar de los niños, el cual se caracteriza por ambientes controladores e inflexibles.
Los padres de niños con TOC
En los contexto familiares de niños con TOC encontramos padres con características como:
- Son padres exigentes y desde muy temprana edad se relacionan con el niño a partir de un contexto rígido. En este punto es posible observar que muchos de estos padres también cuentan con este trastorno u otros trastornos asociados.
- Son padres que pueden castigar con dureza, con mucha crítica, que tienden a culpabilizar y a ser censuradores. Ejemplo: si el niño no los quiere acompañar a una determinada visita, estos padres toman al niños por la fuerza, lo gritan, lo culpabilizan, no le dan la posibilidad de expresar su punto de vista, pues consideran que, como padres, tienen el cien por ciento de la razón.
- Si se sientan a hacer tareas escolares con el hijo, buscan la perfección, por lo tanto, le hacen borrar la actividad a su hijo varias veces, hasta que quede al gusto de los padres. La consecuencia de este tipo de acciones es tremenda: instauran una gran ansiedad en el niño.
- Estos padres son muy reiterativos en las órdenes, son “cantaletudos”. Ejemplo: he tenido casos en que los niños cuentas que la mamá le ordena dar de comer a la mascota hasta ¡30 veces!
- Son padres que les muestran metas inalcanzables a sus hijos; por más que los niños se esfuercen, difícilmente cumplen las expectativas de los padres.
- Son padres que aplican castigos o sanciones desproporcionadas, lo cuales causan gran frustración y tristeza. Ejemplo: si un día determinado el niño no se come la fruta de la merienda, pueden negarle un privilegio, como ver la TV, por una semana completa.
- Cuando un maestro se dirige a estos padres para comentar algo positivo sobre el hijo, los padres se muestran rígidos, fríos y sin alegría sincera hacia el logro del niño y, por el contrario, expresan frases desalentadoras o descalificadoras, como “Él tiene claro que debe seguir mejorando y esforzarse más” o “Tiene que seguir estudiando, para ser el mejor”. Si una persona refiere una cualidad del niño, los padres, inmediatamente expresan un defecto del niño, como contraposición.
- Muchos de estos padres también tienen alguna obsesión, por ejemplo, por la parte académica de su hijo. Así que centran su crianza y todo su esfuerzo y atención a este aspecto. Esto les impide percibir la tristeza y la angustia que están generando en sus hijos.
- Son padres con conductas manipuladoras, que se victimizan porque, según ellos, “les ha tocado un hijo muy difícil”, No se percatan que el difícil es él y que el niño debe soportar su conducta neurótica.
- Son padres que no tiene una afectividad estable con sus hijos. Tras un momento en el que ofrece cariño, pasa a la crítica o a la culpabilidad inmediata.
- Son padres que se muestran rígidos con sus propias vidas, que se autoexigen en grados muy levados, ya sea en el trabajo, en los horarios o en cumplir altísimas expectativas. En las relaciones de pareja, muchos de estos padres se perciben distantes y controladores con su pareja (frente a muchos detalles, como el manejo del dinero, la forma como se viste, la forma como se expresa y hasta cómo come), lo cual genera ambientes de "cantaleta" (excesivo regaño).
- Son padres que tiene unos estándares valorativos y/o religiosos muy arraigados. Como consecuencia, llegan a cumplir una serie de normas o llevar modos de vida con las que se sienten inconformes, pero sobre las cuales no actúan, ni se flexibilizan.
- Son padres que no se encuentran integrados emocionalmente y les cuesta expresar cariño y ser abiertos a las manifestaciones afectivas. Como consecuencia, cohíben a sus hijos en las expresiones emocionales.
Como consecuencia, el niño no percibe entre sus padres un afecto cercano, una relación tranquila, ni un vínculo constructivo; por lo tanto, se llena de mucha ansiedad, miedos, culpa y tristeza, que no pueden controlar porque están atados a muchas creencias; entre ellas, que tienen que ser perfectos, es decir, se genera un gran miedo al fracaso. Como consecuencia, les cuesta tomar decisiones.
Es allí donde surge la condición patológica. Por ser niños que han crecido en un ambiente rígido y controlador generan también la inflexibilidad, que los lleva a vivir una especie de "cárcel mental".
Martha Lucina Hernández,
creadora de Pedagogía Sana.
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El Trastorno Obsesivo Compulsivo, TOC
Impacto del TOC en el desempeño escolar