Para comprender cómo piensan un niño superdotado o con altas capacidades intelectuales, es necesario saber que ellos tienen unas características que los definen, entre otros, desde el punto de vista cognitivo.
Características cognitivas de los niños superdotados
- Un desarrollo intelectual más rápido y profundo, por lo que tienden a sobresalir en el contexto académico. Ellos demuestran una gran pasión y una fuerte motivación por determinadas áreas del conocimiento. Este interés suele surgir de manera espontánea ante las dudas que les despierta la realidad, tanto la más cercana y concreta como en niveles abstractos y puramente simbólicos. Se observa, por ejemplo, en la cantidad y la calidad de las preguntas que hacen desde tempranas edades (el típico niño “preguntón”).
- Habilidades para realizar las diferentes actividades que implican la puesta en marcha procesos mentales avanzados. Esto se percibe, por ejemplo, en las deducciones, el análisis y las conclusiones a las que llegan, por sus lecturas u observaciones del medio, lo que los lleva a desarrollar mayores niveles de abstracción.
- Un vocabulario más amplio y fluido con el que logran ser más precisos al explicar los conceptos aprendidos. Por eso, desde muy pequeños logran desarrollar un lenguaje muy estructurado. Sus frases y formas de expresión son seguras, asertivas, complejas, a tal punto que resulta fascinante escucharlos.
- Poseen un constante deseo por aprender. Eso explica que se cuestionen constantemente por su entorno, sientan la necesidad de comprender el funcionamiento de las cosas que lo rodean y profundicen sobre los temas que les apasiona.
- Presentan un alto nivel de creatividad. Esto se evidencia en la originalidad de sus ideas y en la búsqueda de nuevos caminos para legar a una solución. Por ejemplo, en la resolución de un problema de matemáticas, no siguen el método enseñado por el profesor, sino que exploran otras vías deductivas para llegar a la respectiva solución o respuesta,
- Tienen procesos de aprendizaje en los que prima entender los conceptos y desarrollar habilidades más que la simple memorización de contenidos. Por eso, para ellos el aprendizaje puramente memorístico los desmotiva. De ahí que sea común que en los contextos educativos rígidos y tradicionales no se sientan plenos, a tal punto que los afecta emocionalmente. Como consecuencia, empiezan a tener bajo rendimiento académico, lo cual es altamente contradictorio.
- Manifiestan un nivel de autonomía superior que el que tienen los chicos de su edad. En este sentido, ellos suelen asumir un mayor número de responsabilidades, de manera voluntaria, que sus compañeros. Son los niños que proponen permanentemente, quieren participar en muchas actividades, dar sus opiniones, organizar; por eso, algunos son los líderes del curso.
- Muestran un alto nivel de independencia. Esto se evidencia tanto en cuestiones prácticas como el desarrollo de actividades por cuenta propia, como en la forma de pensar. Por eso, suelen distanciarse de las creencias e ideas comunes para proponer y sustentar sus propios puntos de vista.
Martha Lucina Hernández,
creadora de Pedagogía Sana.
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Superdotación y desarrollo afectivo