PedagogiaSana

Enfoque de Pedagogía Sana

Pedagogía Sana es un enfoque terapéutico que te acompaña a interpretar y comprender, de forma sabia y consciente, a
los nuevos niños y jóvenes de hoy, que son “Semillas Estelares”, quienes presentan condiciones como déficit de atención,
hiperactividad, impulsividad, autismo, alta sensibilidad, aprendizaje divergente y Down, entre otros.


Pedagogía Sana ve la tristeza de los niños y jóvenes y la angustia de los padres y la transforma en una actitud empática y
comprometida.

Pedagogía Sana te acompaña a interpretar y comprender, de forma sabia y consciente, a los nuevos niños y jóvenes de
hoy, a partir de los siguientes principios de acción:

La misión de Pedagogía Sana surge como respuesta a ese contexto inconsciente de terapias y educación obsoleta con la que los niños no pueden resonar y, por el contrario, resultan perjudicados.


Por eso, vemos familias que no logran construir una empatía
con las situaciones emocionales y no pueden verlos en su luz porque aceptaron inconscientemente y con impotencia las condiciones de un sistema terapéutico ritualizado,
esquematizado y rutinario, en el que los profesionales están
altamente desvinculados de los niños.


Pedagogía Sana se refleja en todas las esferas de la vida de los niños y jóvenes, en todas su expansión, en su actuar, en
todo su proceso de desarrollo, lo cual implica: el cognitivo, el afectivo o emocional, el expresivo y consciencial.


Se logra a través de actividades motivadoras, lúdicas, estructuradas, interesantes y significativas y la conexión con su
sentir y su esencia. Esto implica un desarrollo consciente, motivador, lúdico, estructurado, interesante y significativo, es
decir, alejado de todo lo que los reprime, los relantice o que implique rutina, tedio, tensión, aburrimiento y fatiga.


Se logra, ante todo, la expansión de su ser, la sanación de tristezas, el equilibrio emocional, la potenciación de sus
capacidades. Con Pedagogía Sana los niños y jóvenes brillan con luz propia y la familia se empieza a autoconocerse y ver
su valor divino.

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